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Cuando se trata de refrigerios, las mejores opciones son las que combinan un gran sabor con una buena nutrición. Con algunos pequeños cambios simples, puede ser fácil para los padres ofrecer un refrigerio delicioso que también aporte los nutrientes que los niños necesitan. Estos son algunos consejos para su próxima hora de refrigerio:
Sea creativo. Juegue con las formas y las texturas de frutas y vegetales para hacer que sean más atractivos para los niños. Corte manzanas u otras frutas en rodajas finas y luego use un cortapastas para dar forma de animales o flores. También trate de agregar vegetales, por ejemplo, espinaca o zanahorias, a licuados de fruta. Esto aportará muchos nutrientes sin afectar el sabor de la fruta.
Sea innovador. Haga que las frutas de todos los días sean entretenidas congelándolas o mezclándolas con salsas. Las uvas son un refrigerio perfecto para el clima cálido cuando están heladas y la mantequilla de maní y el yogurt son aderezos ricos en proteínas para manzanas y bananas. Hágalo simple. Haga que comer alimentos saludables sea fácil teniendo opciones convenientes al alcance de su mano. Aliente a los niños a comer verduras en productos naturales.
Deje que sus hijos elijan. Asegúrese de tener siempre una variedad de refrigerios y trate de incluir a sus hijos en el proceso de toma de decisiones. Muy probablemente los niños comerán alimentos saludables si pueden ayudar a elegirlos y prepararlos. Dé el ejemplo. Si su hijo ve que usted toma decisiones de alimentación saludables y opta por alimentos sanos, probablemente él hará lo mismo. Muéstreles a sus hijos que usted come los mismos alimentos que prepara para ellos. Así estarán más dispuestos a probarlos.
Macarrón de batatas y queso
Porciones: 6 (1 1/4 tazas por porción)
1/2 libra de codos cocidos (aprox. 7 tazas); considere usar salvado para una opción más saludable
2 1/2 tazas de leche al 2 %
1/4 taza de harina
2 cucharadas de polvo de mostaza, separadas
1/2cucharadas de
pimienta cayena, separadas
3/4cucharadas de sal, separadas
4 Dr. Praeger’s Sweet Potato Pancakes, descongelados,
sin cocer y picados
6onzas (1 1/2 tazas) de queso cheddar reducido en grasas rallado
3onzas (3/4 tazas de queso gruyère o suizo reducido en grasas, rallado
1taza de migas de pan de salvado
2cucharadas de aceite de oliva
Rocíe la fuente para horno de vidrio de 9 pulgadas con aceite en aerosol; deje a un lado. Precaliente el horno a 350 °F.
Mezcle la leche, la harina, el polvo de mostaza, la mitad de la pimienta cayena y la mitad de la sal en una cacerola de 4 cuartos de galón; revuelva hasta que la harina se disuelva.
Hierva, luego baje el fuego y cocine a fuego lento. Revuelva hasta que la mezcla se vuelva espesa durante aproximadamente 5 minutos.
Agregue los panqueques de batatas a la mezcla; revuelva hasta que se integre. Agregue queso, mezcle hasta que se derrita y la mezcla se vuelva espesa, aproximadamente de 1 a 2 minutos.
Agregue la pasta a la mezcla de queso. Revuelva hasta integrar; vierta en la fuente de horno reservada.
Mezcle las migas de pan, el aceite de oliva y el resto de sal y pimienta cayena; esparza la mezcla de manera homogénea sobre la pasta.
Hornee hasta que las migas de pan se doren y la pasta comience a hacer burbujas, de 45 a 50 minutos.
