Roddy Scheer & Doug Moss
EarthTalk
Sin duda, los hogares están cambiando drásticamente a medida que el planeta se calienta. Datos recientes del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente muestran que la construcción y el uso de edificios residenciales representan el 17 por ciento de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. A medida que los arquitectos e ingenieros buscan reducir su huella ambiental, las casas comienzan a cambiar de varias maneras clave.
En general, las viviendas de construcción nueva son las que tienen más probabilidad de ser más resistentes al cambio climático. Los nuevos tipos de cemento que se fabrican de material reciclado o de residuos ahorran una gran parte de las emisiones de carbono asociadas con la producción de cemento virgen. Pintar el techo de blanco u otro color claro puede reducir considerablemente el uso del aire acondicionado al reflejar los rayos del sol y su calor hacia el cielo en lugar de absorberlos en la estructura del edificio. El Departamento de Energía de EE. UU. informa que pintar el techo de blanco u otro color claro le permite reflejar la radiación solar y mantenerse hasta 50 grados más frío que un techo típico en un día caluroso.
En cuanto al invierno, asegurar que el armazón de una casa esté firme y libre de corrientes de aire es una clave para la eficiencia, así como el uso de aislamiento ecológico en paredes y techos. Las ventanas ubicadas estratégicamente pueden ayudar a reducir las facturas de calefacción en invierno a través de la llamada calefacción “solar pasiva”.
El uso de sistemas integrados y tecnología de hogar inteligente para conectar electrodomésticos y luces y hacerlos funcionar solo cuando sea necesario es otro sello distintivo del hogar del futuro. Del mismo modo, las consideraciones de diseño y materiales jugarán un papel importante en hacer que estas nuevas casas sean lo más eficientes posible en cuanto a energía y agua.
La distribución geográfica de la vivienda también está cambiando debido al calentamiento global. Las ciudades de los EE. UU. están debatiendo propuestas para construir viviendas de alta densidad a lo largo de las líneas de autobús y tren, con la esperanza de que un acceso más fácil al transporte público reduzca las emisiones de los vehículos. En el interior, es probable que las casas del futuro estén repletas de innovaciones ecológicas para reducir el consumo de energía, desde materiales de aislamiento de la era espacial hasta electrodomésticos y luces hipereficientes que se encienden y apagan según sea necesario.
Al fin, algunos lugares están adoptando un enfoque completamente nuevo para la vivienda. Holanda, una nación con un riesgo extremadamente alto de inundaciones, es pionera en casas flotantes, que están ancladas firmemente a la orilla pero pueden subir y bajar con la marea. A diferencia de las casas flotantes, los hogares flotantes holandeses están conectados a sus sistemas locales de electricidad y alcantarillado y están estabilizados en el agua con un casco de hormigón, según YaleEnvironment360. Aunque funcionan esencialmente igual que cualquier otra casa, su capacidad para resistir una inundación los protegerá de los daños en el futuro. A medida que los mares suben y las comunidades costeras de todo el mundo pierden sus tierras por el agua, las casas flotantes de los Países Bajos podrían ser presagios de cómo serán las casas del futuro.
CONTACTOS: UNEP 2021 Global Status Report For Buildings and Construction, globalabc.org/resources/publications/2021-global-status-report-buildings-and-construction; Construction21, construction21.org
Cool Roofs, energy.gov/energysaver/cool-roofs; Embracing a Wetter Future, the Dutch Turn to Floating Homes, e360.yale.edu/features/the-dutch-flock-to-floating-homes-embracing-a-wetter-future.
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