Criminalizar la Generosidad

José López Zamorano | La Red Hispana 
Photo Credit: La Red Hispana

¿Qué pensaría de una ley que estableciera una pena de hasta un año de cárcel y $1,000 de multa por ofrecerle agua o comida a otro ser humano?

Aunque usted no lo crea, se trata de una de las más polémicas disposiciones de la nueva ley del estado de Georgia, aprobada al vapor por la legislatura republicana de ese estado, como parte de una serie de iniciativas auspiciadas bajo en la falsa premisa de que se registró un masivo fraude en las elecciones presidenciales de noviembre de 2020, cuando perdió Donald Trump.

Le asiste toda la razón al presidente John Biden cuando asegura que se trata de una legislación “anti-americana”. Negarle un vaso de agua o un refrigerio a una persona de la tercera edad que ha permanecido más de seis horas haciendo fila para votar, no corresponde a los valores morales de los Estados Unidos, o de ningún otro país.

No se trata sin embargo de un caso aislado. De acuerdo con el Brennan Center for Justice, existen en este momento un total de 55 iniciativas destinadas a restringir y limitar el voto en 24 estados del país. Correctamente, muchos activistas coinciden que se trata de un esfuerzo deliberado para afectar el voto de las minorías pobres, especialmente la latina y afroamericana.

En Texas, por ejemplo la iniciativa de ley número 7 del Senado busca limitar el periodo de votación temprana, prohíbe el método de votar en automóvil, que se ha hecho popular durante la pandemia para poder mantener la distancia física de otras personas, limita el número de sitios de depósito de votos y, por si fuera poco, criminaliza enviar automáticamente las solicitudes de voto por correo.

Todas esas disposiciones tienen un claro destinatario: los votantes de las minorías. Tanto latinos como afroamericanos tienen más probabilidad de votar en persona y hacer fila que los votantes blancos no hispanos. Con las nuevas restricciones adicionales propuestas para limitar el número de votos por correo, las horas de votación o las urnas de depósito, es lógico esperar que más personas hagan fila o simplemente dejen de votar.

¿Sera una casualidad que la mayoría de los votantes de las minorías, especialmente latinos y afroamericanos votan a favor de los demócratas?

Pero no todo son malas noticias. El tsunami de iniciativas de supresión del voto ha generado el rechazo de algunas de las principales corporaciones privadas de Estados Unidos. La Liga Mayor de Béisbol (MLB) decidió cancelar la realización del juego de las estrellas en Atlanta y trasladarlo al estado de Colorado.

Otras empresas con sede en Georgia, como Coca-Cola y Delta Airlines expresaron su rechazo a las nuevas regulaciones de su estado. Y un puñado de altos exejecutivos afroamericanos encabeza un esfuerzo para sumar más voces en contra de las iniciativas anti-voto.

Es previsible que estas polémicas propuestas lleguen a la Corte Suprema de los Estados Unidos.

Pero en todo caso, el incidente confirma que la democracia es demasiado importante como para dejarla sólo en manos de los políticos. Y que son absolutamente necesarias la vigilancia permanente y la participación de TODA la sociedad para garantizar una participación cívica igualitaria y justa.

Para más información visita www.laredhispana.com.

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