JAZZ, MUROS Y “ABLANDANDO CORAZONES”

El folklor mexicano del Son Jarocho se encuentra con el maestro del Jazz afro-latino Arturo O´Farrill en el documental “Fandango at the Wall”
El productor de documental “Fandango at the Wall” Kabir Sehgal (izquierda) en México con músicos de son jarocho. “Fandango at the Wall” ya está disponible para ver en HBO. Photo Credit: Cortesía de "Fandango at the Wall"

Arturo Hilario
El Observador

El Son Jarocho es la música tradicional del área tropical del estado mexicano de Veracruz. Se trata de una fusión de tradiciones indígenas, africanas y españolas de 300 años de antigüedad que se convierte en un sonido diverso y único que todavía se escucha mucho en la región.

El documental musical “Fandango at the Wall” se enfoca en éste género musical y se pensaba estrenar mundialmente en el Cinequest Film Festival en el centro de San José en Marzo de este año. Un par de días antes du su primera proyección al mundo (que sería complementada con Músicos en vivo de Son Jarocho en el cine), la pandemia COVID-19 empezó a propagarse en Estados Unidos y en el mundo.

Si hay algo bueno que reportar desde entonces, es el hecho de que “Fandango at the Wall” fue adquirido por HBO, por lo que ahora tiene su lugar en el canal y en su plataforma de streaming “HBO Max.”

Tuve la oportunidad de hablar con los directores encargados de la película en Marzo, lo que sigue en éste escrito es nuestra conversación acera de la maravillosa y diversa historia de la música, del espíritu humano que logra superar los límites físicos, y cómo esta aventura ayudó a los directores y a los involucrados, a crear una comunidad que se extiende globalmente.

El director Varda Bar-Kar y el productor ganador de Grammy Kabir Sehgal inicialmente tuvieron la idea de viajar al festival de música “Fandango Fronterizo”, un evento anual que se celebra desde el 2008, para grabar a los músicos y al público que se reúne en ambos lados del muro fronterizo a tocar Son Jarocho.

Después de hablar con el fundador del evento, Jorge Francisco Castillo, fueron convencidos de grabar un proyecto con un propósito todavía más grande: Irían a las selvas y comunidades del Veracruz rural  para conocer a los maestros del Son Jarocho, y los reclutarían para colaborar no solamente en el muro fronterizo que se encuentra en el Océano Pacífico sino también a la Ciudad de Nueva York para tocar junto a una orquesta de Jazz Afro-Latino dirigido por el fundador y director ganador de Grammy Arturo O´Farrill.

Gracias Kabir y Varda por tomarse el tiempo de hablar sobre su película. Para empezar, me gustaría saber un poco de su historia y ¿Cómo ésta los llevó a trabajar en “Fandango at the Wall”?

Varda: Bueno, antes de esto, yo había dirigido y escrito varios guiones que aún no han sido producidos. También escribí, dirigí y produje un largometraje documental llamado “Big Voice” que fue recogido por Netflix, es un documental musical acerca de un director de coro de una secundaria.

Ésa fue mi primera experiencia haciendo un documental musical. Antes de esto, había hecho documentales cortos y había dirigido un largometraje documental llamado “A Million Spokes” que trata acerca del recorrido de bicicleta más largo del mundo que toma lugar en Iowa, y atraviesa todo el estado.

Entonces, sí tengo mucha experiencia y como que todo se conjuntó. En esta película me sentí mucho más seguro con mi conocimiento acerca de la estructura y también con mi método de hacer una película documental, que en mi opinión es muy único, ya que me gusta crear una historia y ver a cada una de las personas en la película como un personaje y la manera en que los llegamos a conocer.

Mi meta con “Big Voice” y también con “Fandango at the Wall” [fue] crear una experiencia de sumersión para el público, para que no se sintieran separados. Sienten como si estuvieran adentro viviéndolo con todos. Esto para mí es lo máximo – cuando realmente estás adentro de la película, básicamente, como miembro de la audiencia.

Kabir: Yo he sido músico y productor durante mucho tiempo, alrededor de 15 años, y Arturo (O´Farrill) y yo nos conocimos cuando estaba en la universidad y él fue invitado a dirigir a nuestro ensamble de Jazz.  Hemos trabajado juntos en probablemente cuatro o cinco álbumes, produciendo cinco, y entonces en el 2016 estábamos cenando e intentando pensar en ideas para nuestro próximo proyecto. Él se había encontrado con un artículo sobre Jorge Francisco Castillo y su festival fronterizo. Bueno, éste definitivamente tendría que ser nuestro próximo proyecto.

Entonces, nuestro pensamiento inmediato fue crear un álbum de Jazz alrededor de esto. Esta es una muy buena historia. Parece una experiencia muy visual y tenemos mucho patrimonio cultural compartido entre Estados Unidos y México. Y al mismo tiempo me acordé de qué es lo que estaba pasando. En el 2016 se llevó a cabo una elección en la cual México estaba invocado. Entonces, Arturo hizo un álbum. Y yo le dije, bueno, déjame escribir un libro sobre la historia de México y América, y lo hice.

En el 2018, solo un par de semanas antes de que fuéramos al muro fronterizo, tuvimos la sensación de que debíamos convertir esto en una película. Entonces buscamos y por suerte encontramos a Varda y todo se conjuntó dentro de semanas y empezamos a grabar en el muro. Así que esto básicamente es una continuación del trabajo que hemos hecho Arturo y yo, usando música para servir como partidario   musical. También nos dimos cuenta de que no son solamente los políticos y los diplomáticos los que crean la política exterior.

Es artista y activista. No podemos sentarnos a esperar a que nuestros gobiernos creen las políticas. Nosotros como personas deberíamos hacer intercambios de individuo a individuo, intercambio de persona a persona para crear el mundo que deseamos ver. Así que este proyecto se trata de crear una experiencia multimedia a través de la película, de la música, de la literatura. La gente de América son familias, amigos, primos, parientes.

Entonces, esta fue nuestra visión que queríamos lograr. Y esperamos lograrlo con este proyecto.

¿Por qué sentiste que era importante no solamente contar la historia de la conexión entre música, migraciones y comunidad, pero específicamente para los músicos de Son Jarocho?

Kabir: Históricamente, piensas en cómo la música Jazz fue realmente una visión del futuro en el que gente negra y blanca tocaron juntos en los 1930´s y 40´s. De hecho, la música fue muy avanzada para nuestros tiempos, en América ni siquiera se había eliminado la segregación, y nosotros ya teníamos un podio musical integrado. Lo mismo pasó aquí. Estábamos usando la música jazz para integrar a México en un tipo de música americana.

Y otra vez, la música es algo avanzada para nuestros tiempos. Nuestro gobierno está diciendo una cosa, que debemos construir los muros, pero nosotros estamos usando la música como fuerza de integración.

Todo fue muy orgánico, y decidimos que si lo vamos a hacer, queremos juntar la música Son Jarocho con un grupo grande de jazz. Y esas tradiciones normalmente no armonizan, pero decidimos juntarlos.

A lo largo de la película puedes ver tomas que cortan hacia la representación del espacio sinfónico. Estos son arreglos hechos específicamente para este proyecto que amplifica una canción en particular. Entonces la visión básicamente fue derrumbar los muros entre éstas tradiciones musicales.

Varda: Jorge fue muy instrumental. Kabir me conectó con Jorge y me habló acerca de quién iba a estar en la película; Kabir y Jorge también hablaron de eso. Jorge quería estar seguro de que la gente que escogiera, fuera muy dotada en el Son Jarocho, muy respetada y experimentada con los diferentes instrumentos que tocaban.

Entonces, él escogió a los artistas que le dieron la sensación de entender la gran visión del proyecto, la posibilidad de compartir la filosofía y la manera de ser, la vida y cultura del Son Jarocho con el mundo.

Y entonces, cuando él y yo hablamos específicamente de los personajes, queríamos que las personas fueran muy diferentes entre sí. Yo quería que los personajes fueran distintos, y que cada quien tuviera sus maneras y puntos de vista contrastantes para que así sobresalieran. Y también quería contar con algunas mujeres.

Esto también significó viajar. Algunas de esas personas viven en áreas muy remotas, así que teníamos que asegurarnos de que podíamos visitar a todos, a pesar de las distancias muy largas, como viste en la película. A veces tuvimos que manejar seis horas en una calle sin pavimentar para llegar con una persona y luego otras nueve horas para llegar con otra persona, y los viajes siempre fueron terrestres. Así fue como él seleccionó a la gente.

Las relaciones fueron también muy interesantes y bonitas. Como había mencionado antes, fue una experiencia de sumersión en la cual llegamos a conocer a la gente, aprendimos acerca de ellos y logramos que nos abrieran las puertas a sus casas.

Adonde quiera que fuéramos, siempre fue así. Estaban tan abiertos y hospitalarios porque es como parte de su tradición, lo que es una de las principales diferencias entre nuestras culturas – aquí estamos más desconfiados. Allá te hacen sentir como si formaras parte de la familia. Realmente te sientes amado.

También me preguntaba, ¿Cómo esto los afectó de manera personal, estar viajando y conocer a todas esas personas de diferentes partes del mundo y ver que existe esa unidad a través de la música?

Kabir: Bueno, para mí esto es una historia muy personal porque soy hijo de inmigrantes de la India. Mis padres vinieron con muy poco dinero hace muchas, muchas lunas desde la India a América. Así que estoy muy cercano a la experiencia del inmigrante americano, de haber crecido en un hogar dónde todo el mundo fue bienvenido a quedarse y a pasar tiempo con nosotros.

Así que para mí, las fronteras siempre han sido líneas imaginarias. Y las decisiones acerca de quién pertenece aquí, fueron tomadas por hombres. Realmente no puedes contener el espíritu humano. Es lo que la música logra tan bien. En cuanto te conectes a través de la música, no hay fronteras. Y particularmente en este caso, tenemos Son Jarocho y un cantante de Broadway. Tenemos músicos del Medio Oriente en este proyecto.

Todos somos de lugares distintos, pero vamos en la misma dirección con este proyecto. Por lo tanto, presentarnos en el muro fue un momento muy emocional, especialmente porque nos impactó que el poder de la música es capaz de erradicar fronteras y unirnos.

Así que esta es mi historia y cómo me identifico con la experiencia migratoria, y porqué quería llevar a cabo este proyecto. Me siento bendecido de contar con los demás colaboradores. Digo, Arturo nació en México, él es inmigrante. Y Varda, esta historia de migración es muy cercana a ella.

Varda: Sí, yo nací en Inglaterra y mi mamá es sudafricana. Mi papá es rumano. Y muy poco después de que yo naciera, mi familia se mudó a Israel. Después viví en Inglaterra y también en Estados Unidos. Así que si alguien me pregunta de dónde soy, de hecho ni siquiera tengo una respuesta.

Soy realmente una persona del mundo. Siento que éste proyecto me dio un regalo, porque realmente amo la diversidad. Me encantan todos los diferentes tipos de personas. Entiendo que a donde quiera que uno vaya, existe una humanidad compartida. Y también mi aprecio por la cultura y el arte es muy profundo. Creo que el arte siempre me ha dado una sensación de pertenencia, a través de la expresión y a través de realizar cosas es como yo encuentro mi lugar en el mundo. Siempre lo he hecho así, desde una edad muy temprana.

Así que me puedo identificar mucho con esta historia, con la historia del inmigrante, la migración y de su papel de enriquecimiento en vez de cerrar las puertas. De hecho es algo para celebrar y para pensar en cómo podemos convivir, qué podemos aportar a la gente que huye de la violencia, de las drogas y de regímenes opresivos y de guerra, en vez de decir “quédense afuera.”

¿Qué es lo que esperas que la gente se lleve de “Fandango at the Wall”?

Varda: Creo que en el fondo me gustaría que el público sintiera alegría al ver la película. Que amaran la experiencia y que formen parte de este viaje.

La audiencia va reforzar la sensación de amor por nuestro vecino México, su gente y la idea de conocer, experimentar y aprender acerca de culturas nuevas y tener esa sensación de asombro y aventura por nuestro mundo a través de la música y la cultura.

Idealmente, si podemos tener un miembro de la audiencia que tenga un miedo profundo a México y a los Mexicanos, un miedo profundo a los migrantes y a “otros” y que apoye la idea de aislar a su país construyendo muros, si podemos tener un miembro de la audiencia que se acerque a la película con ésta perspectiva, y después de verla, su corazón se ablanda y se hace un poco más abierto, más receptivo de otros y de culturas diferentes, esto significaría un sueño hecho realidad en los términos de esta película, básicamente ablandando y abriendo corazones y mentes.

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