BOSTON – Hace setenta y cinco años este sábado, el Japón imperial anunció su rendición, poniendo fin a la Segunda Guerra Mundial.
Ahora, un sobreviviente estadounidense de Iwo Jima está hablando sobre las lecciones que se deben aprender, entonces y ahora.
El teniente retirado de la Armada (J.G.) Robert Pennoyer, de 95 años, tenía solo 19 años cuando su unidad ayudó a ocupar la isla de Hokkaido, en el norte de Japón. Dijo que es un tributo a la cultura japonesa que hayan podido aceptar la ayuda del general Douglas MacArthur y la transición a una democracia.
“Pudieron cambiar y convertirse en una nación amante de la paz, y ese fue realmente un cambio notable”, dijo Pennoyer. “Pero conseguir el control de las fuerzas armadas, deshacerse de las fuerzas armadas, no dejar que las fuerzas armadas dominen su política exterior, esa era la clave”.
Pennoyer dijo que estaba asombrado de lo bien que los japoneses trataron a los soldados estadounidenses después de la guerra.
Nieto de J.P. Morgan, se convirtió en fiscal federal adjunto en el Distrito Sur de Nueva York bajo la presidencia de Dwight Eisenhower y fue miembro de las juntas directivas de la Universidad de Columbia y el Museo Metropolitano de Arte.
Pennoyer dijo que aunque no tuvimos otra opción en la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos se ha vuelto demasiado rápido en las últimas décadas para usar la fuerza militar para imponer nuestra voluntad a otros países.
“El problema no son los militares, sino los líderes civiles en la Casa Blanca que, debido a la arrogancia sobre nuestro poder, lo usan y abusan y nos llevan a guerras injustas como la guerra de Irak y Vietnam”, dijo Pennoyer.
Pennoyer recomendó un mayor uso de la diplomacia y dijo que deberíamos gastar mucho menos dinero en el ejército y mucho más en ayuda exterior y preocupaciones internas como la educación.
